martes, 12 de octubre de 2010

"Fragmento del comienzo de la presentación en Barberá del Vallés"


EL AUTOR, CREO ATMOSFERA AL COMIENZO DE SU PONENCIA...

“…Desconfiado y meditabundo, salió del Prat, flanqueado por sus compañeros de viaje. Inmerso en una nueva aventura, difícil y especial a su vez, repasaba las innumerables coincidencias que lo habían llevado a coger los derroteros que le llevaron al mundo de la escritura. Había dejado tanto atrás. Tanto camino recorrido en pro de una honorable causa, que le costaba hacer memoria de cómo y cuando cambió de rumbo su destino.

Absorto, saludó a los amigos que aguardaban a las puertas del aeropuerto para llevarlos hasta el lugar escogido por el mismo. El lugar, donde cumplir con su misión. Barberá del Vallés. Antes, realizaría una rápida visita a la ciudad.

Quieta, señorial y cosmopolita, le aguardaba Barcelona, para rendirle pleitesía. Su Catedral, lugar de peregrinación para todos sus hermanos, le reservaba un remanso de paz a los pies de la sepultura del Santo Patrón, donde poder orar y clamarle por su intercesión a la hora de encontrar una salida triunfal al conflicto.

Algo más tarde, tras encontrarse a solas durante unos minutos y con mucho sigilo con el enviado del Gran Maestre, se dejó arrastrar por la jovialidad y el entusiasmo del grupo, dejando pasar el tiempo hasta que llegada la hora, no cupiera la posibilidad de dar marcha atrás. En la biblioteca cercana a Santa María la Románica, como los santos discípulos de Cristo y tantos otros seguidores de las más diferentes doctrinas y credos, predicaría desde lo más señalado del entarimado. Sería el momento de comenzar una cruzada, prácticamente en solitario, que aliviara la delicada situación que atravesaba la “familia”. Salmorelli, su delfín, se dirimía entre luchar por la salvaguarda de unos principios por el que habían luchado generaciones de hermanos o por arrojar la toalla y desvelar todos los misterios que los envolvían, enterrando así en vida a la Sagrada Sociedad de Hostelería…”

3 comentarios:

Mary dijo...

Este pequeño relato pero no por ello menos misterioso que la propia novela me despierta nuevas intrigas y un sin fin de preguntas...En la sala se escucho algo muy dificil de lograr pero yo lo logré, la verdad mientras el Maestro narraba estas lineas se escucho el sonido del silencio,¿por que?.

Gracias por aceptar mi petición.


Un beso.

Javier Benitez dijo...

Siempre que pueda las aceptaré, solo tienes que pedir por esa boca que se te concederá.

Melek dijo...

Estaba leyendo el relato y es como si Tomás me lo estubiera leyendo en off.Igual que en las peliculas....Si mientras el lo leia se creo un silencio sepulcral, todos los asistentes pendientes de esa historia.......Como dices tú Mary porque será........

Un abrazo